Por la infraestructura de servicios y la belleza de su emplazamiento geográfico, rodeado de formaciones rocosas y elevaciones que forman pequeñas bahías y caletas con agradables playas, Manzanillo es uno de los más importantes centros turísticos de la costa del Pacífico. De sus playas, las más importantes son las de San Pedrito, en la parte norte del puerto; Las Coloradas, que por estar situada entre peñascos tiene una pendiente suave y oleaje moderado, haciéndola muy concurrida por el turismo; y, finalmente, la playa El Viejo, al oeste de la ciudad, que está formada por una caleta rodeada de formaciones rocosas y una angosta playa ideal para nadar y tomar baños de sol.
Fue bautizada con dicho nombre en 1663.[1] Su nombre tiene origen en dos posibles versiones, una afirma que en tiempos del Virreinato, un barco procedente del puerto de Manzanillo, Colima llegaría con varias familias a Acapulco para poblarlo. Cuando entran a la Bahía de Santa Lucía con dirección al viejo fondeadero del puerto, un niño de los que venían a bordo lanzó un grito “¡Salimos de Manzanillo y llegamos a Manzanillo!” aludiendo a que dicha playa y la zona que la rodeaba se asemejaba a la del puerto colimense. A partir de entonces, la población la denominaría con ese nombre.[2] La otra versión sostiene que en la playa abundaba el árbol de Manzanillo, euforbiáceo en su tipo que daba un fruto venenoso.[2]
En el año de 1909, una barca de cuatro palos denominada "SIMLA" que transportaba carbón proveniente de Australia a Acapulco, se incendió en la Bahía de Santa Lucía. Dos vapores remolcadores transportaron dicha barca a la playa Manzanillo para encallarlo donde días después siguió consumiéndose con el incendio. Permaneció alli muchos años después hasta que un remolcador estadounidense lo puso a flote y lo llevó a dicho país.[3]Durante el decenio de los años 20, el General Federico Berlanga, jefe de operaciones en las regiones de la Costa Grande y Chica, manda a construir un camino para comunicar directamente a la ciudad de Acapulco con la playa Manzanillo, dicho camino subía y rodeaba el cerro de la Pinzona y descendía a la altura de la playa. Sin embargo, quedó inconcluso al dejar Berlanga la ciudad siendo terminado por el General Alberto F. Berber posteriormente.[4] Éste sería el primer tramo que más tarde comunicaría a las playas de Caleta y Caletilla con la ciudad y que en 1949 se convertiría en la Avenida Costera Miguel Alemán
lunes, 7 de septiembre de 2009
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